Hoy quiero hablarte de los Valores, esas estructuras internas que nos motivan a la acción, nos conectan con lo realmente importante para nosotras y nos hacen sentirnos más que bien: en plenitud.

La plenitud no tiene que ver con tener o hacer, sino con Ser.

Una de las experiencias que he vivido con más plenitud fue cuando estuve cuidando a mi madre en el hospital, estaba triste y en ocasiones estresada, pero me sentía plena porque estaba honrando algo que era muy importante para mí.

Permitirme vivir esos momentos y transmitirle esa plenitud a mi madre ha sido una de las experiencias más transformadoras y sentidas de mi vida.

Una cosa es hablar sobre algo y otra muy distinta experimentarlo y sentirlo. Lo que quiero de ti durante esta lectura es que vivas, sientas y experimentes al máximo algunos de tus valores.

Es como hablar de una tormenta de verano, yo puedo contarte que el cielo oscureció, que una suave brisa empezó a soplar, que olía a humedad, hacía calor, que las ramas de los árboles se movían y las gotas de lluvia caían cada vez con más intensidad…. pero vivir realmente esa tormenta nos llevaría a las dos a un estado experiencial totalmente distinto.

La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir. -Maya Angelou

Cuando vivimos intensamente momentos, relaciones o experiencias importantes las recordamos eternamente. Hay instantes de nuestra vida que «son sentidos» y éstos permanecerán siempre en nuestro recuerdo.

Seguro que ahora mismo te viene a la mente algún momento cumbre de tu vida, algunas imagenes y sensaciones…..si cierras los ojos podrás recordar todos los detalles, hasta prodrás oler y saborear esos momentos como si estuvieras allí.

Durante esas experiencias memorables te sentías plena porque estabas honrando uno o varios de tus valores más importantes.

Si vives acorde a lo que valoras te sentirás en el flujo de la vida, y si en cambio entras en el espiral de vivir y honrar la vida de los demás y de hacer las cosas porque debes hacerlas, sin darte cuenta empezarás a pisotear valores que son importantes para ti y, probablemente llegarás a sentirte apagada, frustrada, desconectada o perdida.

Cada uno de nosotros tenemos nuestros propios valores y no debemos confundirlos con la moralidad o la ética, los valores son intangibles, no son algo que hagamos ni que tengamos, están asociados con la valía, el deseo y el sentido y constituyen la fuente primaria de la motivación interna. Los valores forman parte de nuestra Esencia.

Marta, una mujer inquieta a la que tuve el placer de hacerle coaching, tras la primera sesión se dio cuenta que estaba pisoteando un valor importantísimo para ella, la naturaleza, en los últimos años había dejado de hacer actividades que le conectaban con algo que le hacía sentirse plenamente viva, la excusa de «no tengo tiempo» se había apoderado de ella. Marta priorizó su tiempo, empezó a decir No a cosas que hacía por compromiso y retomó algo que era muy importante para ella: su valor de la naturaleza.

Si empiezas a clarificar tus valores y a tomar conciencia de lo que es de verdad importante para ti, experimentarás una sensación de armonía y satisfacción enorme.

Sentirás tu vida y harás sentir a los de tu entorno esa motivación y plenitud. Serás un ejemplo para que otras personas también elijan vivir la vida desde su autenticidad.

Y un mundo lleno de personas capaces de sentir y vivir desde lo que son en Esencia tiene que ser la bomba. ¿No crees?

Nuestros valores están tan vivos como nosotras y aunque muchos estarán con nosotras siempre, otros se transformarán con el paso del tiempo, y es que no tenemos los mismos valores a los 15, los 30 o los 50 años. Si somos capaces de tomar conciencia de ello nos iremos adaptando y flexibilizando.

Muchas personas siguen ancladas en motivaciones y deseos pasados sin darse cuenta que ellos se han transformado, que su vida se ha transformado. Las circunstancias, las adversidades y nuestro entorno también nos van moldeando.

No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que se adapta mejor al cambio. – Charles Darwin

Aquí tienes 5 preguntas poderosas que te ayudarán a profundizar en tu Esencia:

¿Qué es lo que de verdad te motiva hoy?

¿Qué es lo que realmente valoras en tu vida?

¿Qué es lo que haría que te levantaras de un salto por las mañanas?

¿Qué es lo que no puede faltar en tu vida?

¿Qué es lo que te impulsa realmente a la acción?

Empieza a crear tu propia lista de valores y enumera cada uno de ellos del 1 al 10 por cómo los estás honrando hoy por hoy en tu vida.

Y pregúntate para cada valor: ¿Cómo puedo honrarlo más?

Ya sabes, pasa a la acción y ponle a tu vida motivación, sentimiento y flexibilidad. Te mereces más momentos cumbres, experiencias inolvidables y una vida sentida y plena. Al final será lo que recordarás en tu último suspiro.

Y aquí comparto contigo la melodía que sonaba al terminar de escribir este post y que me ha motivado un montón a seguir honrando mi libertad, soledad, humildad, transparencia, placer y amor.

Ya sabes que me encantará leer tus comentarios un poco más abajo, ¿compartes tus valores con nosotras? 🙂

Con amor

Gemma

PD. Si te sientes apagada o bloqueada pincha aquí para descubrir mi sesión Revelación. Esta sesión la enfocaremos en tu esencia y en descubir y potenciar tus valores para que vivas tu vida de forma plena, auténtica, libre y feliz.

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Eva

    Me ha gustado especialmente este artículo porque de las sesiones de coaching que hice contigo, el descubrir y ser consciente de mis valores actuales, ha significado mucho y me ayuda a ser feliz 🙂 incluso lo menciono en mi web!
    Enhorabuena Gemma!!

    1. gemmapanades

      Gracias Eva! Cuántos aprendizajes juntas y cuántos valores honrados 😉 Un beso enorme.

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