Yo, naturalmente, no sé bien qué es la vida, pero me he determinado a vivirla. De esa vida que se me ha dado, no quiero perderme nada: no solo me opongo a que se me prive de las grandes experiencias, sino también y sobre todo de las más pequeñas. Quiero aprender cuanto pueda, quiero probar el sabor de lo que se me ofrezca. No estoy dispuesto a cortarme las alas y a que nadie me las corte.

Tengo más de cuarenta años y sigo pensando en volar por cuantos cielos se me presenten, surcar cuantos mares tenga ocasión de conocer y procrear en todos los nidos que quieran acogerme.

Deseo tener hijos, plantar árboles, escribir libros. Deseo escalar las montañas y bucear los océanos. Oler las flores, amar a las mujeres,  jugar con los niños, acariciar a los animales. Estoy dispuesto a que la lluvia me moje y a que la brisa me acaricie, a tener frío en invierno y calor en verano.

He aprendido que es bueno dar la mano a los ancianos, mirar a los ojos de los moribundos, escuchar música y leer historias. Apuesto por conversar con mis semejantes, por recitar oraciones, por celebrar rituales. Me levantaré por la mañana y me acostaré po la noche, me pondré bajo los rayos del sol, admiraré las estrellas, miraré la luna y me dejaré mirar por ella.

Quiero construir casas y partir hacia tierras extranjeras, hablar lenguas, atravesar desiertos, recorrer senderos, oler las flores y morder la fruta. Hacer amigos. Enterrar a los muertos. Acunar a los recién nacidos. Quisiera conocer a cuantos maestros puedan enseñarme y ser maestro yo mismo. Trabajar en escuelas y hospitales, en universidades, en talleres…Y perderme en los bosques, y correr por las plazas, y mirar el horizonte desde los acantilados.

En la meditación escucho que no debo privarme de nada, puesto que todo es bueno. La vida es un viaje espléndido, y para vivirla solo hay una cosa que debe evitarse: el miedo.

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Mujer inquieta, deseo que este maravilloso fragmento del libro Biografía del silencio de Pablo D´Ors haya despertado en ti una chispa de ilusión por disfrutar de las grandes y pequeñas experiencias que nos brinda la vida, y por iniciarte, si no lo has hecho ya, en el silencio a través de la meditación.

Te aconsejo leerte el libro, para mí ha sido precioso sumergirme en la profundidad de este escritor y sacerdote católico que fundó la asociación Amigos del desierto, cuyo propósito es profundizar y promover la practica de la meditación.

A modo personal quiero compartir contigo que yo no concibo mi vida sin silencio y quietud. Me re-conecta con mi Ser y me ayuda a pasar al Hacer consciente en mi vida.

Desde su experiencia, Pablo nos guía de forma sutil y amable hacia esta transformadora práctica.

 «Las palabras cambian el mundo, pero el silencio nos cambia a nosotros». -Pablo D´Ors

Que el silencio te acompañe.

Con amor y alegría ♥

Gemma

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