"En el taller Espacio Placer me sentí vibrar, reconociendo limitaciones, miedos y hasta anhelos, aprendí y disfrute a partes iguales junto una compañeras increíbles, unas mujeres todo terreno y muy deseosas de aprender. Conectamos tanto que parecíamos amigas desde niñas y eso nos permitió abrirnos.
Mi parte más sorprendente fue la visualización porque me permitió ver mi momento actual y disfrutarlo. Al salir caminando mientras chispeaba me sentía tan llena de placer en mi vida, de fuerza que me tope literalmente con el vestido que vi en mi visualización y me quedé maravillosa. El placer llama al placer, y a mi me está susurrando un ve y muerde."