Conocí a Gemma en una de esas casualidades que en verdad no lo son porque el destino que es muy sabio, me la mandó justo en el momento en que más la necesitaba. Después de unos meses de amor mágicos que acabaron inesperadamente, se apoderó de mí la tristeza y el desánimo más absolutos. No entendía nada. No podía pasar página. En mi interior sabía que debía realizar cambios. Debía recuperar mi vida para vivirla desde mi esencia y autenticidad, pero no sabía ni cómo ni por dónde empezar. Fui a parar al Facebook de Gemma, ante un anuncio de un taller para mujeres valientes y relaciones. Fue la lucecita al final del túnel que te dice que ese taller es para ti, exactamente lo que necesitas. Y allí me planté con toda la ilusión y ganas de aprender del mundo. A los 5 minutos ya tenía claro que Gemma cambiaría mi manera de ver y de vivir las relaciones. Con cada palabra suya, más claro lo veía, más animada me sentía. Salí del taller como una mujer nueva, muy segura de mí misma, con ganas de comerme el mundo y con recursos para empezar a establecer relaciones conscientes y sanas. De este taller nacieron dos grandes amistades, a las que quiero y valoro muchísimo por lo que han aportado y seguirán aportando a mi vida: Gemma Panadés, gran coach y mentora, y María Rigo, gran psicóloga y terapeuta sexual. Me quedé con ganas de más, el taller me supo a poco... Al pasar los días empecé a tener claro que necesitaba sesiones personales con Gemma, para que me ayudara a encontrarme a mí misma, y sacar el mayor partido posible de mi potencial y recursos. Necesitaba que me ayudara a conectar conmigo misma, para desde mi equilibrio interior, poder establecer relaciones sanas, sin expectativas, no basadas ni en el miedo a la soledad, ni en el apego y a la vez aspirar a convertirme en la mejor versión de mi misma, en todos los sentidos. Con cada sesión Gemma me inundaba con su sabiduría, me conectaba con mi yo, y me ayudaba a identificar la Marga auténtica, la que es capaz de aprender que lo esencial está en disfrutar el momento presente y acepta lo que hay, sin preocuparse por el futuro, ni por cosas que no dependen de mí. Es tan buen coach, que nada más verme entrar por la puerta para realizar las sesiones, captaba al segundo qué algo me pasaba, identificaba mis inquietudes y preocupaciones y poco a poco, con una paciencia infinita, iba desenmarañando mi interior para que yo misma, desde mis propias capacidades, fuera capaz de obtener respuestas y sacar lo mejor de mí. A mí que me costaba estar a solas, ahora me falta tiempo para dedicarme a mí misma!. Las sesiones me pasaban volando, tanto, que me quedaba siempre con ganas de escucharla más, de pasar más horas con ella. Y cada vez, me iba con una mochila cargadita de ganas de trabajar en las tareas que me recomendaba y de emociones como la ilusión, la esperanza, la alegría y mucha confianza en mí misma. Al final fueron menos sesiones de las que habíamos previsto y me entristecí cuando me dijo que consideraba que su tarea conmigo estaba concluida. No quería renunciar a mis sesiones con Gemma! mi estupenda mentora tiene una capacidad impresionante para relacionar conceptos y sacar lo esencial de cada una, y en ese momento mi Srta. Resistencia saltó diciéndome: "¿qué harás sin ella?, ¿cómo vas a salir adelante sin los recursos que ella te potencia?, ¿cómo lo vas a hacer para sentirte bien contigo misma sin sus orientaciones?, ¿y si necesitas más pautas o profundizar más?... pero mis heroínas valientes me dicen que no dude, que siempre podré contar con ella, con su fuerza y sus ganas, que estará ahí cuando la necesite porque es encantadora, dispuesta a ofrecernos lo mejor de sí misma y me siento entusiasmada porque ha visto en mi unas capacidades por explotar como coach, que yo aún desconozco pero que ella tiene claras. Un nuevo proyecto (iniciar con la Escuela Impacta mi formación de coach) que me ilusiona profundamente y que aunque no sé dónde me llevará, ni qué nuevo camino por recorrer me está abriendo, tengo claro que sólo por los valiosos conocimientos que voy a adquirir durante la formación, vale mucho la pena. En esa línea de autodescubrimiento personal, estoy haciendo su curso online "Tus 8 espacios", que os recomiendo hagáis si queréis ser vosotras mismas. A través de él y de sus interesantes y atractivos ejercicios voy poco a poco descubriendo mis diferentes espacios (intuición, creatividad, esencia, emoción, cuerpo, placer, entorno y razón), facetas de mi forma de ser que son indispensables en mi vida e irrenunciables para mí, y estoy reconectando con mi interior para vivir a mi manera con confianza y seguridad en mí misma. Gracias Gemma por darnos lo mejor de ti y por abrirnos caminos que
solas, no conseguimos ver. Gracias por poner lucecitas tan
maravillosas en nuestras vidas, que nos hacen ser mejor personas y
crecer día a día. Eres la mejor, no cambies nunca!! Me encanta la fuerza que nos das y la riqueza y variedad de conocimientos que nos transmites.