Hacía tiempo que no tenía un pálpito tan fuerte como el que sentí cuando vi tu enlace en facebook. Algo me decía que sí, que era para mí, generalmente no voy con muchas expectativas a algunas sesiones (de lo que sea), no obstante esta vez venía confiada.
No te voy a negar que estaba algo nerviosa (algo normal en mi día a día hasta ayer), pero noté que estamos en la misma onda de vibración, que tú estabas y estás no para cuestionarme sino para sacar el potencial que llevo dentro y que estaba atrapado bajo esa basura que tiramos por la ventana.
Mi cuerpo, mente y sentimientos se iban relajando y asimilando, “creyendo” y confiando.
He conseguido mirar a mis Marías, y decidirme para empezar el proceso de conocerlas y quererlas a todas, darles todo lo bueno que se merecen y VIVIR
Me llevo una gran cantidad de energía positiva, de trabajar este renacimiento y sobre todo con la alegría de conocer a un ser excepcional como tú.