Este viaje lo inicié hace algo mas de dos años, estaba en un momento en el que no era feliz, nada tenia sentido, nada me era suficiente, y sentía que vivía en una vida que yo no había elegido y que no era lo que yo deseaba. Pero a la vez, tampoco sabia que quería y hacia donde debía enfocarme. Vivía con el piloto automático puesto, hacía lo que se esperaba de mi, como madre, como hija, como trabajadora, como amiga… pero en ningún momento me pregunté si aquello era lo que yo quería, lo que a mí me llenaba como mujer y como persona. Buscaba fuera de mí, aquello que me hiciese feliz, y dejaba mi bienestar y mi paz interior en manos de los demás, como por ejemplo en la felicidad de mis hijos, en el bienestar de mis padres, en la aprobación de mis jefes, en la aceptación de personas con las que en ese momento me rodeaba,… pero ni aun así, pues en cuanto alguno de ellos no era feliz, no estaba bien, no me aceptaba, no me aprobaba… pues yo volvía a sentirme vacía e infeliz. Y no sé muy bien cómo, encontré a Gemma Panades y su mundo de magia interior. Al principio todo me sonaba extraño, yo no me sentía tan espiritual ni tan valiente como para abrirme de una manera tan emocional, pero poco a poco fui descubriendo este mundo de mirar hacia mi esencia, mirar hacia mi interior, descubrir mis cualidades, saber qué quiero, saber qué me gusta, y liberarme de un montón de capas, que durante años me había ido poniendo para “agradar” y “ encajar” en la sociedad que me había tocado vivir. Y fui conociendo otra manera de vivir, desde la aceptación, la gratitud, el amor, la confianza, la libertad y la presencia plena , todas ellas palabras muy grandes y bellas, pero que no nos permitimos conocer e integrar en nuestras vidas. Y como no podía ser de otra manera, al vivir desde otro lugar, las personas que se acercan a ti y con las que quieres compartir tu tiempo, tu vida, también están en un lugar semejante al tuyo. Dejas de luchar, pues donde hay lucha hay sufrimiento y empiezas a aceptar como eres, a confiar en la vida y en tus posibilidades, a vivir el ahora, olvidando el pasado (que nos causa dolor) y no poniendo la mente en el futuro (que no ha llegado y posiblemente el día que llegue será distinto a como lo imaginaste). Y sino ¿Cómo nos explicamos que estemos en el momento en el que estamos inmersos?¿ Alguien se imaginó que un virus nos tendría encerrados en casa durante casi dos meses? ¿ Alguien imaginó que nuestro país se detendría de esta manera? Mi respuesta es no, pero aun así, es la realidad y es nuestro presente. Y doy gracias a estos últimos años de autoconocimiento para poder vivir esta etapa de una manera muy diferente a como lo hubiese hecho hace unos años. Y amo la vida, pues si miramos con detenimiento podemos apreciar todas las cosas bonitas que nos está regalando. Y acepto esta situación, que es temporal, que pasará, y a mi como persona me hará mas fuerte, mas resiliente, mas sabia y engrandecerá mi corazón, llenándome de paz interior y de ese equilibrio que durante tanto tiempo estuve buscando. Mil gracias Gemma, por enseñarme a vivir de nuevo."