Muy emocionada y llena de ternura y compasión comparto contigo la esencia de la historia de la vida de Neus Cabot narrada por ella misma.
Neus es belleza, humildad, vulnerabilidad, fortaleza, coraje, superación, amor e inteligencia emocional.
Neus eres un ejemplo. Te quiero y te admiro.
Tuve el placer y la fortuna de conocerla en el Taller Impacta desde tus 8 Espacios que lideré con mi socia Laura Molina hace algo más de un año. Ella, atenta y sonriente, se entusiasmó por todo lo que durante ese taller se fue despertando entre todas nosotras.
Al cabo de poco tiempo, Neus quería más y empezaba un proceso de Coaching grupal en nuestra Escuela Impacta. La transformación surgió en ella de forma natural, y con mucha determinación decidió seguir creciendo interiormente y aprendiendo. Ahora se está formando con nosotras como Coach, Líder y Facilitadora Impacta certificada.
Sabe lo mucho que desde su brillo puede aportar al mundo. Sabe todo lo que gracias a sus experiencias puede ayudar. Sabe que su doloroso pasado es una tabla de salvación para muchas mujeres.
Porque todas tenemos una historia a nuestras espaldas.
Todas arrastramos un pasado que nos duele.
Todas hemos sufrido algún desamor.
Todas hemos llorado y reído.
Todas hemos perdido y ganado.
Todas nos hemos despedido de alguien para siempre.
Todas sabemos lo que es superar los obstáculos que la vida nos ha ido poniendo.
Todas somos fuertes y débiles.
Todas hemos llegado hasta aquí.
Todas somos mágicas.
Todas tenemos un sueño.
Todas somos mujeres estrella.
Aquí tienes la historia de su vida. Disfrútala. Es un regalo.
Después de sufrir bullying en el colegio, me diagnosticaron depresión y algunos rasgos psicóticos. Estuve ingresada en psiquiatría una temporada, salía cuando parecía que todo había acabado y volvía a entrar cuando todo se volvía a desmoronar. Entre idas y venidas, cumplí los 16 años en “la cárcel”, ingresada, con una tarta de cartulina que me hizo una compañera porque mi dieta era estricta. Al ser mayor de edad, los ingresos se complicaron porque la planta de psiquiatría de adultos era un poquito más complicada… Pero poco a poco salí de esa situación, empecé a confiar en mí misma y dejé atrás esa etapa, volcándome en hacer nuevos amigos y salir de mi “aislamiento social”. Así fue como conocí al padre de mi hijo y me quedé embarazada a los 23 años reales, 16 años de espíritu. Fue muy duro por la presión familiar y social, pero seguimos adelante y mi bebé nació sano, precioso y querido. El nacimiento de mi hijo Leo me hizo madurar estrepitosamente y mi espíritu dejó de ser adolescente para ser adulto. Eso me abrió los ojos a muchas cosas, pero su papá no lo entendió y me convertí en madre soltera. Fueron duros los primeros meses, pero cuando acepté la situación me permití saborearla y disfrutarla.
Mi abuelo falleció, y decidí que Leo y yo iríamos a vivir con mi abuela, que se había quedado sola. Los meses siguientes fueron un poco caos, mi abuela enfermó y me agobié mucho por exceso de responsabilidad, por no poder disfrutar de la maternidad como me gustaría, por dejar de tener la vida social que tenía y porque me encontraron un bulto en el pecho, que no se convirtió en nada grave finalmente, pero que me hizo replantearme muchas cosas. Me mudé, seguí disfrutando de mi hijo cuando estuve centrada de nuevo, y entonces una noche Leo enfermó y para resumirlo, a la mañana siguiente le besé en la frente para despedirlo.
A mis 24 años perdí a mi hijo de casi dos años. Fue un golpe muy duro, pero acepté que la muerte forma parte de la vida, que el dolor es obligatorio pero el sufrimiento es opcional, y que sufrir más no me iba a devolver al amor de mi vida. Acepté mis emociones, me di permiso para llorar, para gritar y para enfadarme con el mundo, pero también para seguir amándome y amar a mis seres queridos.
A mis 25 años, mis sueños son recorrer el mundo con una mochila y volver a ser madre. Y estoy segurísima de que los voy a cumplir.
Si te gustaría compartir la historia de tu vida para inspirar a otras personas como ha hecho Neus, escríbeme a mail@gemmapanades.com y te daré las pautas para hacerlo.
Te aseguro que es un ejercicio muy potente, lleno de aprendizajes, y al hacerlo estarás superando múltiples barreras internas.
Gracias por estar aquí.
Un abrazo y mucho amor
Gemma