Mujer inquieta, quizás llevas ya un tiempo leyéndome o quizás acabas de aterrizar por aquí, en cualquier caso, tengo la seguridad de que a lo largo de tu vida y gracias a tus experiencias pasadas has ido tomando conciencia de todo lo que has avanzado, logrado y superado hasta el día de hoy.
Respira y valórate a ti misma. ¡Te lo mereces!
Ya conoces tu poder innato, tu fortaleza emocional y tu magia. Te has dado cuenta que ya no eres esa niña chiquitita que necesitaba la protección, la valoración y el reconocimiento de sus padres y de la sociedad para sobrevivir.
Has crecido, has madurado y te has hecho a ti misma. Eres una mujer completa, creativa y llena de recursos. Eres auténtica.
Ahora sabes que…
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eres amor
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tu felicidad está en ti
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eres 100% responsable de tu vida
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amarte es cuidarte, mimarte y hablarte con cariño
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tu historia es perfecta tal como es, agradeces todos los aprendizajes recogidos
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estar en paz contigo misma es comprenderte para perdonarte y liberarte del pasado
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tú eres lo más importante de tu vida, eres tu prioridad
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todas tus emociones son naturales, necesarias y te dan información
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eres bonita, única y especial; no existe otra como tú
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gozar, disfrutar y sentir placer forma parte de tu naturaleza
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valorarte y reconocerte es la única vía para creer en ti
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te mereces rodearte de personas que te hagan mejor cada día
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tu pasado no te define
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tu futuro lo creas ahora
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amar lo que haces y hacer lo que amas es vital
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en este mundo terrenal todo es impermanente, la vida es incertidumbre y cambio constante
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la gratitud, la esperanza y la confianza te ayudan a avanzar y a crear tu vida
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tu intuición no se equivoca y te ayuda a co-crear tu vida junto al universo
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eres capaz de realizar tus sueños si conectas con tu verdadero propósito, sientes pasión, perseveras y tienes paciencia
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te mereces abundancia esencial y material
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el mundo necesita personas valientes y auténticas como tú que lo iluminen
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conectada con tu Ser eres infinita y mágica. ¡Brillas!
Y ahora, repite conmigo el manifiesto de las mujeres inquietas (y mágicas)
Yo, mujer inquieta y mágica:
Me olvido de buscar el amor fuera de mí, porque en esencia ya soy amor, lo disfruto y lo comparto.
Alimento mi paz interior cuidándome, mimándome y haciendo siempre lo que amo.
Gratitud es la palabra que me acompaña siempre; doy las gracias cada día por todo lo que soy, hago, tengo y recibo.
Imagino un futuro lleno de posibilidades infinitas y de abundancia esencial y material.
Creo mi vida liberada del pasado y sin temor al futuro. Me quedo aquí y ahora. Respiro y confío en el universo.
Abrazo todo lo que la vida me brinda, sea agradable o desagradable. Elimino juicios, acepto, sonrío y vivo bailando entre el Ser y el Hacer.