Hace unas semanas una de mis suscriptoras inquietas compartió conmigo esta pregunta:
– Necesito saber que la consciencia que despierta el coaching/autoconocimiento es algo estable, ¿qué hábitos son necesarios en los coachees para que los efectos sean “duraderos”?
El coaching es una metodología que consiste en acompañar a las personas para que se conozcan a sí mismas y se adueñen de todo su potencial. No enseña, ayuda a aprender mediante habilidades como la escucha a los 3 niveles, las preguntas poderosas, articular, hacer de espejo, intuición…
Para mí el coaching es el arte de despertar el brillo en los demás desde el amor, la aceptación y la confianza.
Uno de los pilares básicos de este arte es que toda persona es completa, creativa y está llena de recursos, por lo tanto tiene todas las respuestas en su interior.
A medida que el proceso de coaching avanza, la persona va tomando conciencia de sus aprendizajes de vida, de sus resistencias mentales, empieza a valorarse a sí misma y conecta con lo realmente importante para ella, esta toma de conciencia le ayuda a tomar decisiones conscientes alineadas con sus valores y su autenticidad.
Como mentora y coach invito a las personas a conectar con su Ser para luego pasar al Hacer mediante acciones conscientes.
Al terminar el proceso la persona ha alcanzado otro nivel de consciencia, quizás han habido cambios significativos en su vida, quizás no, pero este estado de conexión con su Ser es lo que le va a mantener en su propio camino consciente cuando la vida le presente nuevos escenarios.
No hay un lugar ni estado concreto al que llegar, la vida con toda su impermanencia ya se encarga de ponernos en cada momento lo que necesitamos para nuestro propio crecimiento interior.
Nada es duradero, todo cambia y se transforma constantemente. Lo único permanente, etéreo e intangible es nuestra Esencia.