¿Hablamos sobre suicidio? ¿Me ayudas?
El próximo día 10 de septiembre se celebra el día mundial para la prevención del suicidio.
El suicidio es un tema que a mi familia y a mí nos ha tocado muy de cerca. Mis hermanas y yo éramos muy pequeñas cuando mi madre en el año 1977 intentó suicidarse por primera vez. El momento del accidente sucedió en la etapa en la que mis padres estaban en crisis y a punto de separarse. Ese fallido intento de quitarse la vida dejó en ella diversas secuelas físicas y psicológicas. Su segundo intento fue un soleado día del mes de septiembre del año 2014, en un momento de mi vida en el que mi mundo estaba del revés. Recién separada, emprendiendo mi nuevo proyecto profesional y sosteniendo los malestares y problemas de salud mental de mi querida hija. Todo junto, todo revuelto. Paralelo a todo esto, también vivimos el trauma de perder a los dos hermanos pequeños de mi padre por suicidio, mis tíos.
En mi libro «Cuando el dolor y el amor se unen» me desnudo emocionalmente y comparto todas mis vivencias. (¿todavía no lo tienes? Consíguelo >>aquí).
Pero hoy, para honrar el día mundial para la prevención del suicidio, quiero compartir contigo un fragmento del capítulo «La actitud positiva de mi padre». Un capítulo en el que reflexiono sobre el suicidio y en el que te doy algunos datos interesantes sobre el tema. Al final del post también te he dejado algunas recomendaciones prácticas y el testimonio de una mujer que perdió a su hermana por suicidio.
Una vez vi a mi padre derrumbarse y llorar roto de dolor, cuando su hermano pequeño se suicidó. Yo debía tener unos veinte años. Ellos estaban muy unidos. Mi tío estaba diagnosticado de trastorno bipolar y en una de sus crisis decidió acabar con su sufrimiento. Intuyo que frente a aquella desgracia mi padre sintió una cierta «culpa». Qué dañina e irracional es esta emoción aprendida. Siempre digo que los seres humanos no nacemos con culpa, por ello, me entristece bastante que esta emoción aprendida pueda llegar a atormentar tanto al ser humano en situaciones como estas. Porque en estas circunstancias tan difíciles lo cierto es que nadie es culpable de nada.
Al cabo de algunos años, volvimos a sufrir otra tragedia en nuestra familia de Vic. Mi tío, el más pequeño de la casa, también quiso acabar con su vida. No recuerdo hablar del tema ni profundizar en esa triste pérdida con nadie de la familia. Creo que mi padre prefirió vivir aquel nuevo trauma en silencio. Qué situación tan difícil y qué pena tan grande.
Por lo tanto, mi padre ha sorteado muchas situaciones delicadas en el ámbito de la salud mental en su familia (sus dos hermanos pequeños, su mujer, su hija y su nieta), y lo ha hecho con una endereza increíble. Supongo que habrá llorado en silencio, pero también ha reído mucho y ha sido tremendamente feliz, como él afirma y como nos lo demuestra día a día.
A raíz de profundizar en mis recuerdos familiares, he tomado la decisión de apuntarme al curso de Duelo por Suicidio impartido por la Fundación Española para la prevención del suicidio, un curso online que estoy a punto de terminar con un trabajo final de curso que consiste en desarrollar una intervención de duelo por suicidio. Siento una llamada muy profunda que jamás había sentido antes. No había sido consciente hasta este momento de mi vida de que mi querido padre es un superviviente del suicidio de sus hermanos y del intento de suicidio de mi madre. Y nosotras, sus hijas, también somos unas supervivientes.
Según los expertos en el abordaje del duelo por suicidio, los supervivientes al suicidio de un ser querido pueden experimentar diferentes experiencias emocionales de dolor, incluida una necesidad más fuerte de encontrar un significado en la muerte, niveles más altos de culpa con frecuentes autorreproches como «tenía que haberme dado cuenta de que estaba sufriendo tanto» o «¿cómo no pude evitarlo?».
También experimentan a menudo un sentimiento de abandono o de rechazo, sobre todo cuando se trata de la muerte de la pareja o de uno de los progenitores, así como también en los hermanos/as. Las personas que pierden a su cónyuge/padre/madre/hermano por suicidio experimentan a veces este sentimiento de abandono debido a que sienten que la muerte autoinfligida de su ser querido es la forma más extrema de rechazo hacia ellas.
Otro sentimiento muy frecuente en las personas en duelo por suicidio es la vergüenza, que tiene que ver con la «mirada del otro»: el superviviente puede sentirse juzgado por los demás, señalado como la persona que no pudo prevenir o evitar el suicidio de su ser querido. Este sentimiento tiene mucho que ver con el estigma que aún rodea al suicidio y que añade una gran dificultad para la elaboración de este duelo. El estigma social es quizás una de las características más específicas del duelo por suicidio y que más lo diferencia de otros tipos de duelo. El estigma parece ser una reacción habitual cuando alguien se entera de un suicidio o de un intento de suicidio. La sociedad tiende a asumir que cuando alguien se suicida es que «algo no funcionaba bien en esa familia».
Es importante recalcar que algunas personas se plantean si el suicidio es realmente una elección, una opción libre. Como afirma Adina Wrobleski en su libro Suicide: Why?, elección implica que una persona suicida puede contemplar razonablemente varias alternativas y optar por una de ellas. Pero si pudiera racionalmente elegir, no llegaría al suicidio. El suicidio ocurre cuando no existe la capacidad de ver otras opciones.
Mi padre justificaba el suicidio de sus dos hermanos pequeños como una consecuencia de la sensación de falta de Amor. Estaba convencido de que a los dos pequeños de la casa no les llegó el amor que necesitaban. L’àvia (mi abuela), después de haber parido y criado a diez hijos, según la teoría de mi padre, ya no tendría fuerzas ni energía para dedicarles los cuidados, la atención y el afecto que todo niño necesita. Los amaba, pero posiblemente se sentía agotada. Mi padre es un hombre muy sabio y su hipótesis me parece que tiene mucho sentido, aunque evidentemente, existen muchos otros factores que influyen en este tipo de desgracias.
Unas desgracias que nos dejan unos datos escalofriantes. En 2021 se superaron por primera vez los 4000 suicidios en un año y se duplicaron los suicidios de niños menores de quince años.
Según los datos publicados por el INE el 19 de diciembre de 2022, en 2021, fallecieron por suicidio 4003 personas en España, una media de once personas al día; un 75 % de ellas varones (2982) y un 25 % mujeres (1021). Así, 2021 se convirtió en el año con más suicidios registrados en la historia de España desde que se tienen datos (año 1906).
En el global de edades, el suicidio sigue siendo la principal causa de muerte no natural en España, multiplicando por 2.5 las provocadas por los accidentes de tráfico (1599 en 2021), por 14 los homicidios (283) o por 93 las producidas por la violencia de género (43). 999 personas mayores de setenta años fallecieron también en 2021 por este motivo.
A las muertes por suicidio hay que añadir los intentos y la ideación suicida. Según cálculos de la OMS, existirían unos veinte intentos por cada suicidio, mientras que, según otros estudios epidemiológicos la ideación podría afectar a lo largo de la vida, entre el 5 % y el 10 % de la población española. Eso significa que en un año podrían producirse en torno a 80 000 intentos de suicidio al año en España y que entre dos y cuatro millones de personas posean ideación suicida a lo largo de su vida.
A día de hoy, tristemente, España todavía no posee ningún plan o estrategia específica estatal para la prevención del suicidio.
Una buena noticia sobre el tema es que en Baleares, este año 2023, las asociaciones 3 Salut Mental y Afasib (Familiares y Amigos Supervivientes por suicidio de las Islas Baleares) se han unido para poner en marcha el novedoso programa (des)Integrades para la prevención de la conducta suicida desde la vertiente sociocomunitaria. Esta iniciativa pionera en el estado español cuenta con el apoyo de la Consejería de Asuntos Sociales y Deportes del Gobierno de las Islas Baleares. Pienso que esta es una esperanzadora iniciativa que merece ser celebrada y compartida.
Recomendaciones prácticas para familiares y amigos:
Si sospechas que tu familiar tiene conductas que pueden derivar en riesgos para su vida o su integridad física es importante hacer algo al respecto. El 90 % de los casos de suicidio se relacionan con algún trastorno de salud mental. Algunas señales de alarma pueden ser comentarios negativos sobre sí mismo, sobre su vida, relacionados con la muerte o las despedidas o, directamente, con el suicidio. Otras señales son el aumento de la irritabilidad, ingesta de tóxicos o bebidas alcohólicas con una frecuencia inusual, la aparición de heridas recientes en alguna parte del cuerpo, regalar objetos muy personales, cerrar asuntos pendientes.
El número de atención es el 024. Es una línea anónima, gratuita y confidencial que está en funcionamiento las veinticuatro horas del día para ofrecer apoyo y ayuda emocional por parte de especialistas de emergencias de la Cruz Roja.
También puedes llamar a los siguientes teléfonos:
717003717 (Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza).
900925555 (Teléfono de Prevención del Suicidio).
900202010 (Línea de Ayuda a Menores de la Fundación ANAR).
Además, te puedes descargar esta aplicación en el teléfono para superar los pensamientos intrusivos: Prevensuic (también tienen página web: https://www.prevensuic.org/). La app puede encontrarse en los sistemas iOS y Android.
Si has vivido el intento fallido o el suicidio de un ser querido, lo siento en el alma. Son situaciones muy difíciles y dolorosas para nosotros, sus familiares. Si arrastras el peso del silencio, la culpa o la vergüenza, te recomiendo que busques apoyo.
DSAS (Después del Suicidio) (https://www.despresdelsuicidi.org/es/inicio/) y AFASIB (Asociación de Familiares y Amigos Supervivientes por Suicidio de las Islas Baleares) (http://afasib.pitaweb.es) son dos de las asociaciones de supervivientes en las que encontrarás apoyo en cualquiera de esas situaciones.
En este enlace tienes un listado de otras asociaciones: http://afasib.pitaweb.es/col-laboradors, y en esta página de Prevensuic podrás acceder directamente a recomendaciones específicas: https://www.prevensuic.org/soy-un-a-superviviente/.
Aprende herramientas de comunicación para poder empatizar con tu ser querido y saber cómo sostener su sufrimiento. Aprender estas herramientas te ayudará a:
- No juzgarle
- No minimizar lo que tu ser querido siente
- No darle consejos
Tu ser querido no necesita consejos. Necesita:
- Escucha empática
- Comprensión (de sus emociones, ideas, razones...)
- Espacio para que exprese TODOS sus pensamientos suicidas
- Momentos de silencio
- Apoyo y acompañamiento
- Ayuda profesional
- Amor, mucho amor
En nuestra Escuela de vida Impacta impartimos una potente formación en habilidades de comunicación, coaching, relaciones y liderazgo. Si quieres aprender estas herramientas, entra en el siguiente enlace y descubre nuestra formación Impacta. Es 100% experiencial.
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«Mi hermana tenía TLP (trastorno límite de la personalidad). Estuvo enferma dieciocho años, con treinta y seis años decidió que no podía seguir viviendo con tanto dolor y sufrimiento y decidió marcharse. Su vida fue una montaña rusa de emociones, de idas y venidas, frustraciones, miedo, incomprensión, dolor y mucho sufrimiento. Nadie me explicó en ningún momento el tipo de enfermedad que tenía ni cómo podía gestionarlo para intentar comprender, al menos, algo de lo que estaba sucediendo, y que, además, había puesto mi casa patas arriba. Con el paso de los años, esto tuvo sus consecuencias, ya que se apoderaron de mí la culpa, la rabia, la impotencia, el dolor, el miedo y no sé cuántas emociones más. Con el tiempo lo único que quería era que dejara de sufrir y eso no estaba en mi en mano, entendí que solo podía estar a su lado, escucharla sin decir nada, y esperar. Nos dejó hace ahora diez años. Intentando comprender lo que le sucedía descubrí lo que me sucedía a mí, así es como inicié una búsqueda incansable de la compresión de la mente humana. Gracias por tanto, Elena».
Testimonio de Pilar. En mi libro podrás leer más de 30 testimonios de familiares y amigos de personas que sufren por motivos de salud mental.
Más información sobre el suicidio >> Fundación Española para la prevención del suicidio.
Hablar sobre el suicidio es prevenirlo. ¿Me ayudas? ¿Nos ayudas?
Deseo que este post te sea útil. Gracias por hablar del tema. Gracias por tu sensibilidad. Gracias por sumar.
Con amor
Gemma
PD: Descubre aquí mis sesiones orientativas para familiares de personas que sufren por motivos de salud mental.
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HOla Gemma. Gracias por tus palabras y tu sabiduría.
Este es un tema muy duro y complicado. Mi hermano tiene esquizofrenia y se ha intentado suicidar en muchas ocasiones. Ha sido muy duro, que no quiero ni recordarlo.
Yo misma, de adolescente, estuve a punto, pero finalmente no tuve el valor. Cuando tuve la depresión , con 36 años, solo quería morir para dejar de sufrir.
Es un tema muy duro, delicado y muy tabú todavía en nuestra sociedad.
Gracias a personas como tú, que nos ayudan y nos dan ánimo, a seguir luchando día a día y valorar lo bello de la vida.
Besos
Gracias a ti, Ana por leerme y compartir tus vivencias. Sí, es un tema duro y complejo. Solamente las familias que lo hemos vivido podemos comprender realmente el profundo dolor de estas situaciones. Besitos llenos de cariño. Juntas sumanos.