YO SOY…
Cuándo Gemma me llamó para preguntarme si quería compartir mi historia con el público, por un momento me dio un poco de vergüenza y a la vez me sentí alagada, pero inmediatamente le dije que sí, porque no. Ahora que me he puesto a escribir, pienso que con más razón quiero contarla, ya que si puedo contagiar mi entusiasmo y mi alegría por lo que hago habrá valido la pena.
Creo que no hay tantas diferencias entre todos nosotros a pesar de que somos únicos e inigualables. Todos deseamos prosperar y mejorar nuestras vidas, sentirnos realizados y vivir una vida auténtica y con sentido. La salud y el amor es vital para vivir, como el agua y sol, sin ellos la vida se hace más dura, por lo que para mí son fundamentales, son mis grandes valores. Para completar este binomio casi perfecto, yo añadiría un propósito de vida profesional o una pasión. Siento que hay que valorar cada instante de tu vida y darle un mayor sentido a todo lo que uno hace, no sólo a nivel personal. No entiendo la vida por partes, para mí es un todo.
Actualmente vivimos muy aceleradamente, rápido se queda corto, con la agenda apretadísima, sin apenas tiempo para nada, sólo para trabajar, cumplir con las obligaciones y un sin fin de tareas interminables; nunca se acaba. Hace unos meses yo me encontraba así, agobiada, estresada y con un cóctel molotov mental importante, con muchos frentes abiertos e hirientes. Me decía a mi misma que necesitaba un respiro, aire fresco y acallar mi mente. Por eso decidí hacer una pausa y crear un espacio/tiempo para dedicarlo a mi familia, a mí misma y a mi gran pasión: la pintura. Necesitaba tranquilidad, silencio para ser y hacer, a otro ritmo y de otra manera, con la cabeza y el corazón limpio. Ahora que llevo ya un tiempo en estado de gracia, soy la mujer más feliz del mundo, obviamente no todo es bueno, bonito y barato, todo requiere un sacrificio en algún aspecto pero compensa muchísimo. Ahora puedo disfrutar de un tiempo de calidad con mi familia, dando apoyo a unos y a otros, sin agobios y estrés y, disfrutando muchísimo de mi pasión. Sé que nada es eterno pero no me preocupa, el tiempo dirá que decisiones nuevas deberé tomar.
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Encontrar mi pasión me llevó años de búsqueda, también era una búsqueda de identidad, me preguntaba una y otra vez que quería hacer, en qué era buena, que es lo que me apasionaba y después de mucho tiempo lo encontré. Tuve que volver un poco la vista atrás, a mi juventud, ya de jovencita me pasaba horas y horas dibujando, tranquila y plácidamente, con una paciencia infinita, que ni ahora casi tengo y la mar de feliz. Quién me lo iba a decir que iba a ser eso lo que más me gustaría hacer ahora. Este descubrimiento fue casi una liberación por encontrar por fin esa inquietud que tenía por dentro desde hacía ya mucho tiempo, por fin ya sabía lo que quería, fue como encontrar tu sitio en el mundo, un mundo interior rico y bello, un amigo que te acompañará siempre a lo largo de tu vida. Esto me ayudó mucho a mi persona en todos los sentidos, en definitiva a saber quién soy y a aceptarme con todas mis virtudes y defectos.
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Cuando conocí a Gemma e hice el proceso de autoconocimiento con ella me reafirmé en lo que quería hacer y llegar a ser, creo que es muy importante dejarse guiar en un momento determinado por personas profesionales que te refuerzan tu autoestima y tu confianza, te hacen ver todas tus potencialidades que tienes ya dentro de ti, te hacen sentir que puedes hacer cualquier cosa que realmente quieras y te impulsan hacia adelante, hasta colocarte justo en el borde de la piscina para que tú tomes finalmente la decisión de lanzarte o no, e ir tras tu sueño. Siempre hay miedos e inseguridades, pero si haces lo que tu corazón te dicta, no siempre tenemos que pensar con la cabeza, no te equivocarás, podrá salir bien o mal pero tendrás al menos la conciencia tranquila de que lo has intentado. La gente exitosa es aquella que cumple sus sueños; si no persigues el tuyo, otra persona te pagará para cumplir el suyo.
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¿A qué aspiro en la pintura? Para mí la pintura es un medio de expresión, mi lenguaje en el que mejor me expreso, como dice la frase «una pintura es un poema sin palabras». Quiero captar la belleza, la esencia de las cosas, la bella naturaleza, inmortalizar los bonitos momentos, inspirar, impresionar, emocionar si puedo. Siempre digo que la belleza no está en las cosas sino en los ojos de quién las mira, por ello todo es digno de ser pintado. Ahora, mi percepción de todo ha cambiado, cuándo paseo por las calles veo miles de formas, líneas, colores, matices, luces y sombras, como la vida misma. Todavía sigo formándome en academias, de forma autodidacta, aprendiendo de otros pintores y absorbiendo todo lo que cae en mis manos respecto al mundo del arte. Soy como una colegiala que quiere aprender más y más, pintando y dibujando, sólo así se hace el maestro. Cada cuadro que pinto es un ejercicio más hacia mí propio progreso, estará mejor o peor, pero todo cuenta y todo suma.
Para finalizar, sólo quiero haceros una pequeña recomendación si me permitís, que os detengáis por un momento y escuchéis vuestra voz interior. Todo nace en una idea o un deseo. Luego le sigue un pensamiento más profundo y continuado. Luego una acción y «voilà», ya está hecho, se ha creado algo en vuestro interior. Creo firmemente que somos lo que pensamos, lo que nos decimos a nosotros mismos una y otra vez, incansablemente. Yo me repito a mi misma cada día, una y otra vez, YO SOY PINTORA.
Espero haberos transmitido alegría y entusiasmo con lo que hago y os sirva de inspiración para vuestro propio camino.
Un saludo y desearos buena suerte y un buen viaje.
Dores Avendaño
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