¿Tienes la sensación de no haber superado algo que te pasó en cuestión de amor?
¿Necesitas dejar de pensar en lo que crees que pudiste hacer mal?
Mujer inquieta, si estás leyendo estas líneas me imagino que estás en un momento de tu vida en el que tienes la necesidad de dejar atrás tu pasado y de enfocarte en lo más importante: TÚ.
Es curioso como nuestra mente nos engaña recordándonos situaciones que nos lastiman y nos hacen sentir mal y despertando en nosotras un sentimiento de culpa que lejos de impulsarnos hacia nuestro equilibrio interior, nos limita, nos hace chiquititas y nos resta fuerza y tranquilidad.
Es importante entender que no nacimos con un manual debajo del brazo, estamos aquí para aprender constantemente a través de nuestras experiencias.
La vida es nuestra mejor maestra. Vivir es aprender.
Cada «fallo» que cometemos es una nueva oportunidad para hacer las cosas de forma más inteligente.
En el pasado no pudiste, no supiste o no quisiste hacerlo de otro modo ya que no tenías los conocimientos, la experiencia, ni la sabiduría que tienes en este momento de tu vida, porque sencillamente, no eras la mujer que eres ahora.
Mujer inquiera, me gustaría que grabases esta frase en tu corazón.
Tu pasado no te define
En el instante en el que te comprendas a ti misma no será necesario perdonarte nada. La comprensión elimina la culpa y sin culpa no hay nada que perdonar.
Mira hacia atrás, observa todo lo que has aprendido, superado, cómo has crecido y cómo te has hecho a ti misma, tienes la oportunidad de seguir escribiendo la historia de tu vida.
Cierra lo antiguo para abrirte a lo nuevo. Suelta, fluye con el presente y confía.
Puedes utilizar tu pasado como una empinada cuesta sin salida o como trampolín hacia la vida que realmente quieres vivir, ¡tú eliges!
Compréndete, enfócate en lo que hay en este momento en tu vida, respira, conecta con tu corazón y quédate en este instante.
La vida es AHORA.
Con amor ♥
Gemma
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