Seguro que lo que hoy voy a contarte te interesa muchísimo.

Voy a hablarte de las 4 habilidades básicas según Hatch y Gardner (extraídas del libro Inteligencia Emocional de Daniel Goleman) para potenciar tu Espacio del entorno, un espacio vital para sentirnos seguras, plenas y completas.

Si quieres mejorar tus relaciones, seguir avanzando y no quedarte estancada en todo lo que ya sabes, ¡sigue leyendo!

El Espacio del Entorno es nuestra parcela interior en dónde nuestra inteligencia social entra en juego.

La manera en la que nos comunicamos y nos relacionamos con los demás tiene un fuerte impacto en todas las áreas de nuestra vida, todas están relacionadas, trabajo, parejas, familia, amistades, dinero, crecimiento personal, salud…

A modo personal diré que para mí es un Espacio vital, por ello elijo siempre mostrar mis sentimientos y ser muy transparente en mis relaciones. Comunicarme desde lo que soy en Esencia es una elección consciente.

Algo que a mi me funciona muy bien y que además me encanta hacer, es pedirle a la persona con la que me estoy comunicando, cómo se está sintiendo, empatizar con ella y, si es necesario y se ha sentido ofendida pedirle disculpas.

Te aseguro que siempre acaban dándome las gracias por mi sinceridad, transparencia  y autenticidad. Siempre.

Porque si nos comunicamos desde lo que somos en Esencia y creamos relaciones desde nuestro corazón y desde la verdad del momento presente, estaremos siendo un ejemplo para que las demás personas hagan lo mismo.

Es fácil, si quieres relaciones auténticas, sé auténtica. Si quieres relaciones basadas en la confianza, confía.

Aquí tienes las 4 habilidades según Hatch y Gardner que componen la inteligencia social:

  • Organización de grupos. La habilidad esencial de un líder consiste en movilizar y coordinar los esfuerzos de un grupo de personas. Esta es la capacidad que podemos advertir en los directores de teatro, los oficiales del ejército y en los dirigentes eficientes de todo tipo de organizaciones y grupos. En el patio del recreo se trata del niño que decide a qué jugarán, el niño que acabará convirtiéndose en el capitán del grupo.

  • Negociar soluciones. El talento del mediador consiste en impedir la aparición de conflictos o en solucionar aquellos que se declaren. Las personas que presentan esta habilidad suelen hacer carrera en la mediación de confictos, en el mundo de los negocios y también en el cuerpo diplomático, en el mundo del derecho o como consejeros de empresa. En el patio del recreo son los niños que resuelven siempre las disputas.

  • Conexiones personales. Esta habilidad se asienta en la empatía, favorece el contacto con los demás, facilita el reconocimiento y el respeto por sus sentimientos y sus intereses y permite, el dominio del sutil arte de las relaciones. Estas personas saben trabajar en equipo y suelen ser buenos compañeros de vida, amistad o trabajo. En el mundo de los negocios son buenos ejecutivos, vendedores y pueden llegar a ser excelentes maestros. En el patio del recreo son niños que saben observar las emociones de las expresiones faciales de los demás y son muy queridos por sus amigos.

  • Análisis social. Esta habilidad consiste en ser capaces de detectar o intuir los sentimientos, los motivos y los intereses de las personas, un conocimiento que suele fomentar las relaciones con los demás y su profundización. Esta habilidad les convierte en competentes terapeutas y consejeros psicológicos. En el patio del recreo son niños que tienen un don natural para conectar de forma fácil con los demás.

Como sostiene Daniel Goleman «Hay personas con un elevado coeficiente intelectual que fracasan en sus empresas vitales, mientras que otras con un CI más modesto triunfan clamorosamente. El déficid de inteligencia emocional repercute en mil aspectos de la vida cotidiana, problemas de relaciones, transtornos de salud, ansiedad, depresión, además puede arruinar muchas carreras.»

Es hora de que incluyamos en nuestro día a día la habilidad de parar, respirar y sentir y así reconocer nuestro estado emocional para poder aceptarlo, adueñarnos de él y gestionarlo.

No podremos intuir y detectar los sentimientos de las demás personas si no somos capaces de observar, reconocer y aceptar nuestras propias emociones.

Te reto a que empieces a mirar directamente a los ojos de las personas, a observar su postura corporal y sus gestos faciales (su lenguaje no verbal), a intuir cómo se están sintiendo, a expresarte desde tu corazón y esencia (tus sentimientos y valores), a ser curiosa mediante preguntas impactantes (¿Cómo te ha hecho sentir lo que te he dicho?), a llevar la iniciativa y tomar decisiones importantes para ti, a resolver disputas en vez de crearlas, a Ser siempre tú misma y a vivir desde tu Impacto natural.

De esta manera estarás potenciando tu Espacio del Entorno: tu inteligencia social.

Eres única, especial y perfecta tal y como eres, si por agradar o gustar más a los demás disimulas y te muestras distinta, ya no serás tú. Y tu autenticidad es tu verdadero valor. ¡Aprovéchalo y crea relaciones desde aquí!

Un abrazo y mucho amor

 Gemma

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