Son cada vez más las mujeres que me contactan de diferentes ciudades de España. Quieren información sobre los servicios que ofrezco y sienten curiosidad por saber cómo podemos trabajar y emprender este maravilloso viaje a pesar de la distancia.

Muchas de estas mujeres se sienten bloqueadas, indecisas o inseguras, sin saber muy bien qué es lo que les pasa. Otras, en cambio, tienen muy claro su deseo de dar un giro a su vida aunque no saben exactamente por dónde empezar. Eso sí, todas, todas tienen en común su profunda búsqueda interior. Todas quieren transformarse y volar como mariposas de colores.

Si queremos transformar nuestras vidas no nos queda otra que transformarnos a nosotras mismas.

El post de hoy lo dedico al coaching telefónico, una alternativa súper valiosa y potente que tiene un montón de cosas buenas.

Aquí tienes 5 ventajas de hacer un proceso de coaching por teléfono:

  1. Ahorro de tiempo en desplazamientos. La sesión dura una hora, si tienes que desplazarte perderás por lo menos una hora más en trayectos.

  1. Comodidad para hacer las sesiones desde el espacio que decidas: tu habitación, tu sofá, tu despacho, tu coche, una terracita al sol, delante del mar, paseando por un parque…

  1. Conexión, comodidad e intimidad total, además de elegir dónde estar, eliges cómo estar en este espacio.

  1. Se potencia al máximo la escucha y las sensaciones físicas, los momentos de silencio y suspiros, todo está a flor de piel y no se nos escapa nada.

  1. El nivel 3 de la sesión es mágico al estar conectadas mediante nuestra energía e intuición. Estamos en una burbuja la una con la otra y sostenidas con la inmensidad del universo.

Durante mi certificación como coach hice todas mis prácticas por teléfono. Me apasionó la magia y la pureza que surgió, pura energía, pura escucha, pura intuición.

Sonia Encinas, emprendedora, periodista y sexóloga, de Madrid, experimentó un proceso de Coaching por teléfono conmigo. Comparto contigo su testimonio para que te inspires y veas todo lo que le aportó:

«Cuando Gemma me planteó hacer un proceso de coaching telefónico, ya que vivimos en ciudades distintas, pensé que podría perderse algo por el camino, pero como no había hecho ninguna sesión de coaching antes, no tenía expectativas. Solo ganas e ilusión.

Ya en la primera sesión me olvidé totalmente de que estábamos hablando por teléfono. Era como si Gemma me estuviera mirando a los ojos, poniendo atención a mi voz, a mis silencios, a mi respiración… Su sensibilidad, profesionalidad, pasión por lo que hace y su intuición van más allá de la presencia física. Soy comunicadora, y me sorprendió enormemente darme cuenta de toda la información que podemos percibir a través del sentido del oído, si dejamos de centrarnos tanto en la vista.

Gemma daba en el clavo en cada sesión. Construímos una relación súper íntima en la que en ningún momento eché de menos vernos cara a cara, porque es como si estuviéramos haciéndolo. Y me encantaba poder hacer las sesiones en pijama, moverme por mi casa o mirarme al espejo sabiendo que los únicos ojos que ‘me juzgaban’ eran los míos propios. 

Creo que el coaching teléfonico es SÚPER POTENTE. Pierdes la información de uno de los sentidos, pero eso te permite potenciar otros y, además, hacer ejercicios sintiéndote en total intimidad. 

El resultado fue brutal. Siempre diré que trabajar con Gemma me cambió la vida y supuso un punto de partida para crear y conseguir todo lo que ahora tengo. Me dio foco, me dio impulso, me dio aceptación y autoconocimiento. Pero también me ayudó a sanar heridas del pasado que me tenían demasiado anclada en otros tiempos.

Ella creyó en mí tan fuerte, que no me quedó otra que creer en mí también 🙂

Ay… ¡la voz!

Le estaré siempre agradecida, con todo mi CORAZÓN”.

Como ves, un proceso de coaching por teléfono puede ser la opción ideal para ti, tanto si vives en Mallorca como en la península.

Para mí tú eres lo más importante, como coach y mentora mi implicación es total, estés o no a mi lado físicamente. Lo esencial es invisible a los ojos.

Gracias por ser, por estar, por leerme.

Con amor 

Gemma

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